Revisando la prensa, he disfrutado leyendo el artículo de opinión que a continuación os presento. Lo escribe la periodista y escritora Mercè Rivas y con él podemos hacernos una idea muy clara de la manera cómo nuestro país y todos los derechos conseguidos a los largo de los años se van para atrás como los cangrejos gracias a las políticas que está aplicando la derecha desde el gobierno central y autonómico. Volvemos a los 80 lleva por título, a pesar de vivir en el siglo XXI.
¡Volvemos a los 80!
Mercè Rivas
En pleno siglo XXI, en España, hemos comenzado a caminar como los cangrejos: hacia atrás. Los expertos dicen que a nivel económico volvemos a 2006 y a nivel social retrocederemos mucho más, hasta los 80.
Vuelve la cadena perpetua con otro nombre más civilizado, eliminan la ley de plazos en el aborto, las mujeres hemos dejado de tener paridad en los cargos públicos, las políticas contra la violencia de género retroceden y se les quita la financiación, la palabra “matrimonio” en las parejas homosexuales corre peligro, se vuelven a cambiar nombres de calles, se cambia la asignatura de educación para la ciudadanía, se persigue a los jueces que defienden los derechos humanos y se quiere cambiar el sistema de elección de Presidente de RTVE que tan bien había funcionado en los últimos años.
Y por si esto fuera poco el ministro de Industria ha decidido la suspensión de las primas a las energías renovables. Todo esto significa que los esfuerzos de toda una sociedad, no sólo de su gobierno, para avanzar y cambiar a mejor, durante años ha variado su rumbo instantáneamente.
No nos quitan diez o quince años de arrugas sino de derechos.
El exalcalde de Madrid, Ruiz Gallardón, ha decidido ir a por la ley de plazos del aborto, esa que está facilitando la vida a muchas mujeres y que nos pone al mismo nivel que otros países europeos. Ya lo dijo la actual ministra de Fomento, Ana Pastor, en la campaña electoral: “Es injusta e innecesaria”. Volvemos otra vez a la antigua ley del aborto de 1985 en la cual sólo se puede ejercer si hay violación, malformación del feto y riesgo para la mujer. Gallardón justifica este cambio diciendo que “este cambio es lo más progresista que ha hecho nunca”.
Por otro lado Gallardón nos va a traer de nuevo la cadena perpetua aunque ahora la llaman “prisión permanente revisable”. Es un término más light, acorde con el Ministro en cuestión, el auténtico lobo con piel de cordero del PP.
Así mismo habrán visto que las mujeres hemos dejado de tener paridad en los cargos públicos. El esfuerzo que hizo el gobierno de Zapatero para que mujeres preparadas ocupasen puestos de responsabilidad se ha ido al garete. Vuelven los hombres a copar el Gobierno, las Secretarías de Estado o los puestos de responsabilidad sin valorar su nivel intelectual y su capacidad de trabajo.
A nivel económico hemos vuelto al PIB (Producto Interior Bruto ) del 2006 con la diferencia de que entonces había un 8´5% de paro y crecimos un 4% y en estos momentos la población sin trabajo casi alcanza el 22´8%.
El ministro de Educación va a eliminar la asignatura Educación para la Ciudadanía. Van a instaurar otra: Educación cívica. Los cambios parecen mínimos en el título, pero tendremos que seguir atentamente esos nuevos contenidos ya que estarán basados en las reclamaciones de la iglesia católica.
Las presiones de ésta han aumentado desde que han ganado el partido que siempre apoyaron. Demuestran impaciencia para que se quite la palabra matrimonio de las uniones de parejas homosexuales y las declaraciones de los obispos van in crescendo. El obispo de San Sebastián además de considerar una aberración el aborto lo ha comparado esta semana con la esclavitud de los negros. Ingenioso. Pero eso sí, no han renunciado ni han un solo euro de los 10.000 millones de euros que reciben al año. Una media de 200 euros por habitante, sea cristiano, judío, ateo o agnóstico. Eso sí, los gastos de las Jornadas de la Juventud del pasado mes de agosto van aparte.
Y mientras tanto la organización secreta ultra “El Yunque” sigue captando adolescentes con el visto bueno de Rouco Varela.
Al igual que hace más de 30 años se vuelven a cambiar los nombres de las calles. En Sevilla el alcalde ha decidido quitar a la actriz, eso sí de izquierdas, Pilar Bardem, la calle que tenía a su nombre para denominarla a partir de ahora calle de Nuestra Señora de las Mercedes.
Las mujeres maltratadas, que no son pocas, han visto como María Dolores de Cospedal ha dejado de pagar a las organizaciones que les daban protección y apoyo psicológico. Eso sí, en público recita que ella estará siempre junto a estas mujeres pero en cuanto deja el micrófono, deja de pagar.
Mientras tanto, la Asociación Consuelo Berges de Mujeres Separadas y Divorciadas de Cantabria opina que el discurso del Gobierno sobre violencia de género es una “vuelta atrás de 15 años o más” y ha advertido de que con la fórmula de gestión puesta en vigor por el PP “no está garantizada la atención integral a las víctimas”.
Y por si todos estos hechos no fueran suficientes, volvemos a los tiempos de las persecuciones ideológicas. Un grupúsculo de extrema derecha como es Manos Limpias consigue sentar en el banquillo al juez que más ha peleado en este país contra el terrorismo, el tráfico de drogas y la corrupción.
Y de postre, lo que nos faltaba es que el PP entrase a saco en RTVE. Ahora que por fin después de toda una vida se había conseguido una televisión cuya dirección era elegida por consenso y no a dedo, que las cuotas de audiencia habían subido espectacularmente y que habían conseguido unos niveles muy dignos de calidad sus informativos, series y programas, ahora Rajoy escondido tras las faldas de su vicepresidenta ha decidido ponerlo todo patas arriba. Quieren mandar ellos.
Por lo tanto, ya saben, vístanse como los protagonistas de Cuéntame porque volvemos al túnel del tiempo.
Dicen que la historia se repite, pues bien, es cierto los avances sociales y de derechos no se logran definitivamente de forma contínua y progresiva, se dan intervalos de intermitencia y supresión en las etapas que gobiernan los partidos conservadores ya que arrasan con todo, expones buena cantidad de ellos Yolanda y ahora siguen los laborales.
ResponderEliminarEs lamentable y lo mas indignante es que los avances sociales conseguidos y que van suprimiendo pueden disfrutarlos todos aquellos que los precisan, no se obliga a nadie a ejercer un derecho del que no desee disponer, sin embargo se eliminan para todos.
Un cordial saludo.
J. Navarro